No invadas, deja crecer.
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| No invadas, deja crecer hablo al pasto mientras de raíz le hago poda. |
Sucede con las familias que cuando son las predominantes en un terreno, tienden a expandirse y a invadir el campo en el que crecen otras. Como en el cuidado del área de una huerta que toca delimitar cada tanto, para que a los granos y hortalizas sembradas no se las coma las gramíneas, que son la familia del pasto que se extiende en raíces entrelazadas por debajo de la tierra, ayudar a cuidar el área para la existencia de las minorías respetando su naturaleza en los terrenos que se expresan, nos asegura la oportunidad de disfrutar variedad en nuestra nutrición, experimentar diversidad cultural, literal (porque lo que sale del cultivo sigue para la mesa), enriquece nuestro patrimonio social, y a la vez nos hace parte activa en el mantener viva la tierra. No importa si preferimos o no las variedades en ella, pero como en una cena con quienes uno ama, cada quien de lo que le gusta es que de verdad se nutre, disfruta viendo comer con gesto de placer a otro lo que uno “jamás comería”, o, si se atreve a lo nuevo, al menos prueba. No por dejar crecer una lechuga en el terreno de los pastos uno se convierte en ella. Lo que si aseguro mientras tecleo con mi manicure de uñas negras, es que sin dejar que el pasto invada y dejando crecer las plántulas en esta despensa viva, que es nuestra huerta, me siento como toda ella y como una lechuga: ¡fresca!
Source: http://cantalicia.blogspot.com/2024/07/no-invadas-deja-crecer.html
